Guillermo Beresñak es un artista que no para nunca, desde sus propias composiciones hasta la producción con otras bandas y solistas. El año pasado sacó dos discos: En la habitación de Mike en Junio de 2014 y Mucha madera en Noviembre. A lo largo de este año, ya participó en la producción de varios artistas y continúa involucrándose en nuevos proyectos.
Hoy 20hs estará presentándose en Niceto donde cuenta que nucleará 4 artistas cuyos discos fueron realizados en Heterogénea, la casa productora sala de ensayo de Haedo que habita, y cuya afinidad musical y espiritual alza la escena indie del oeste y la traslada a Capital.
¿Podríamos decir que el teclado fue tu primer amor?
Podríamos decirlo de algún modo, el teclado se volvió una herramienta para poder transmitir a través de la música mis sentimientos y destapar de algún modo esa reclusión social forzada por la timidez que los dedos fueron desanudando con canciones.
Tenés un estilo muy particular, sos capaz de mezclar rock con música clásica, ¿cómo lo haces?
En realidad más que mezclar una cosa con otra, son diferentes influencias que se van vislumbrando en las armonías de las canciones que no tienen las progresiones típicas del rock en algunos casos, sino que están teñidas de haber escuchado mucha música de distintos géneros. De lo llamado música clásica, soy de escuchar mucho a Debussy, Ravel, Satie, Beethoven, Chopin, Stravinsky. Con lo que no quiere decir que esto se escuche directamente pero que se note de algún modo para quien también los tiene oídos.
¿Tenés alguna cábala a la hora de componer?
No particularmente, no hago nada especial. Compongo irregularmente cuando la ocasión emocional lo requiere. Mis composiciones suelen ser descargas de tensión que se descomprimen al cantar como desatando nudos en el pecho sin demasiado preámbulo. Cada situación es distinta. No soy cabulero en ese sentido, pero ahora que lo mencionas me dan ganas de hacer algo especial. Pondré la piedra de cuarzo debajo de la banqueta y voy a ver qué pasa si me prendo uno.
¿Sos detallista al momento de componer un tema?
Podría decir que sí. Aunque siempre la comparación con otros me hace ver que hay muchos otros más detallistas que yo. Pero le meto bastante trabajo. Algunas canciones surgen con mayor naturalidad y espontaneidad, y otras me pongo toda una noche y a veces bastante más tiempo para pulir la letra, o cosas por el estilo. En el momento de hacer los arreglos y grabar la canción soy más detallista y casi obsesivo pero en definitiva es lo que le da el color y la sensación a la música.
Por lo general los músicos tienen algún referente ¿Quién sería el tuyo?
Es difícil responder esta pregunta porque los referentes van cambiando a lo largo de la vida, y no sé si tengo uno realmente que me complete. Quizás la suma de unos, pero a todos les encuentro un pero, siento que está bueno aprender de los colegas lo que a uno le puede servir. Así he aprendido de los padres del rock nacional e internacional, como de mis contemporáneos. De los que tuve cara a cara el que más me cambió la vida fue Juanito el cantor, por su locura indomable y su inagotable fuente de fluidez musical. La sinceridad con la que aborda su propio corazón.
¿Cómo fue tu participación en "siempre es hoy"?

¿Cómo te definís como productor? A lo largo de tu carrera has participado en varios discos los cuales siempre han sido premiados.
Soy un buscador de agujas en el pajar. Voy deshojando las capas sonoras para encontrar la magia y sacarla a la luz, mediante muchísimo trabajo y si la sonrisa nos llega en el estudio es que logramos el objetivo, los premios vienen y van. Hay muchos discazos sin premios o inadvertidos, yo disfruto y mucho de la hechura, de conocer artistas que lo dejan todo en esos meses, sufrimos y nos alegramos juntos. Es una fábrica de amigos.
En diversas entrevistas dijiste que tu disco está para defender la libertad y la esperanza, ¿a qué te referís?
No recuerdo cuando dije eso y en qué contexto la verdad, pero siento que el arte en general tiene esa función. Las canciones son un arma pacífica para decir nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, defienden la esperanza porque son saltos al vacío hechos para vivir intentando ser felices aunque el concepto de felicidad está en crisis en mí últimamente. Pero me refiero a que la canción viaja, te da libertad, es como la poesía, uno siente la verdad palpable, se inunda, abraza el infinito por lo que dura un disco o un par de acordes. Sacar un disco es un grito de libertad, de esperanza y de lucha, hay que ocupar el espacio con lo mejor que tenemos, darlo todo con amor.
¿Te consideras un artista multifacético?
De algún modo sí, aunque solo dentro de la música. El hecho de trabajar con otros artistas me lleva a recorrer muchos estilos disímiles, a aprender de ellos y me abre la cabeza un montón. Quizás es algo que no había pensado nunca, yo siento que soy siempre el mismo, pero quizás quien escucha las músicas no pueda relacionarlo del todo. Pero quien indaga siempre estoy ahí del mismo modo: agitando para que la nave vuele.
Por: Celia Pereyra
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